¿Qué es el psicodrama?

¿Qué es el psicodrama?

El psicodrama es una técnica psicoterapéutica que consiste en hacer que los pacientes representen situaciones relacionadas con sus conflictos patológicos con el objetivo de que sean conscientes de ellos y, de esta manera, puedan superarlos. Normalmente estas situaciones se representan en grupo como si de una obra de teatro se tratara, aunque también pueden desarrollarse terapias individuales.

El psicodrama fue ideado por el psiquiatra rumano Jacob Levy Moreno y pone la acción, la espontaneidad y la improvisación en el centro de la terapia. 

Todo este proceso está guiado por un psicoterapeuta que actúa como mediador y facilitador del proceso.

El psicodrama pone al paciente sobre un escenario, donde puede resolver sus problemas con la ayuda de unos pocos actores terapéuticos. Es tanto un método de diagnóstico como de tratamiento.

Jacob Levy Moreno

¿Qué beneficios tiene el psicodrama?

En primer lugar, el psicodrama es una técnica liberadora tanto para el paciente como para el grupo. A través de la dramatización de las situaciones y los problemas expuestos, el paciente logra liberarse de las ataduras que le impiden resolver sus propios conflictos.

En segundo lugar, el psicodrama facilita el proceso de catarsis de los pacientes. La representación teatral se convierte en un elemento catalizador de los conflictos experimentados. En este juego, el grupo tiene un papel fundamental, ya que es a través de la interacción con los demás miembros que el protagonista es capaz de deshacerse de los obstáculos que le impiden abordar las situaciones o conflictos indeseados. 

Por último, la improvisación y la creatividad permiten tratar los temas de siempre desde nuevos enfoques. Para Jacob Levy Moreno es necesario que se produzcan  respuestas creativas en un contexto de improvisación para dar con nuevas soluciones a problemas enquistados. 


 


Rol materno

En psicodrama el rol materno hace referencia a la dependencia. El niño o niña no sabe reconocer cuáles son sus propias necesidades, y aún sabiéndolas reconocer, no podría de ninguna manera satisfacerlas. Es un ser indefenso que solo puede recibir, no dar. Es completamente dependiente de un adulto (normalmente la madre) que lee e interpreta las necesidades del pequeño para cubrírselas. 

En este patrón de interacción se aprende a disfrutar de la dependencia, a tener una vivencia segura y satisfactoria en un mundo amable, seguro y protector del desarrollo

La capacidad de sentir y aceptar ternura es esencial para la construcción de relaciones de intimidad. 

Dalmiro Bustos


Rol paterno

El rol paterno está relacionado con la conquista de la autonomía por parte de ese ser indefenso. De este modo, se pasa de un estado pasivo a uno activo, donde se va conformando la propia personalidad conforme a un referente o modelo a seguir, tradicionalmente el padre.

El niño o niña necesita de esa figura en la que verse reflejado y que le enseñe a ser independiente y pararse por sus propios pies. De este modo, sigue existiendo una relación de dependencia, pero ya no del ser que le cuida, sino de la figura que le enseña y de la cual disfruta aprendiendo.

Disfrutar de ser enseñado será un modo de aceptar la limitación, incorporar un concepto benéfico de autoridad y legitimarse para mostrar sus capacidades.

Dalmiro Bustos


Rol fraterno

El rol fraterno enseña al niño a compartir, a relacionarse de una forma simétrica con los otros. Sin embargo, la relación con los demás también provoca conductas competitivas donde aflora la rivalidad, la envidia y los celos.

El niño entiende que la única forma de ser autónomo es aprendiendo a relacionarse con los otros, creando un clima de sana interdependiencia.

Nuestro mundo se organiza en torno a la sana interdependencia, si no es así nos quedaríamos atrapados en las falsas construcciones de identidad con las que encubrimos las carencias no cubiertas en nuestros vínculos de dependencia.

Dalmiro Bustos